Cultura libre y educación hacker. Entrevista a Carlos Escaño
Luisa Pillacela Chin
Unidad Educativa Rotary Club (Ecuador)
José Luis Crespo Fajardo
Facultad de Arquitectura. Universidad de Cuenca (Ecuador)
Resumen:
En la presente entrevista examinamos la teoría y praxis de la cultura digital y sus relaciones educativas con Carlos Escaño. Él es realizador audiovisual, doctor en Bellas Artes y profesor de Educación Artística Visual en la Universidad de Sevilla (España). Nos ocupamos de cuestiones relativas a la educación vinculada con valores propios de la cultura libre en la Web, así como otras que atañen a las prácticas creativas bajo premisas colaborativas y hackers.
Palabras clave: Educación artística, cultura libre, creatividad, Web.
Abstract:
In this interview we examine the theory and praxis of digital culture and educational relation with Carlos Escaño. He is a filmmaker, Ph.D. in Fine Arts and Professor of Visual Art Education in the University of Seville (Spain). We deal with issues relating to education linked with values of free culture on the Web, as well as others involving creative practices under collaborative premises and hackers.
Keywords: Art education, free culture, creativity, Web.
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Buenos días Carlos. Es un gusto poder conversar contigo sobre temas relacionados con la educación, las nuevas tecnologías y la ética hacker. Para empezar, queríamos saber qué te impulsó a dedicar tus investigaciones a estas cuestiones.
Mi interés por las artes parte de la formación previa a los estudios superiores. Ya en la facultad de Bellas Artes comenzó mi vinculación más directa con el audiovisual y las tecnologías de información y la comunicación, así como el nexo con la educación artística visual y mediática. Desde que emprendí hace ya algunos años mi carrera profesional como docente, siempre he estado preocupado por otros modos de educar e, inevitablemente, si te apasiona la Educación, se desemboca tarde o temprano en tesis vinculadas a la ética hacker.
Toda mi afinidad a tales temáticas, su motivación e interés, mantienen un porqué que tiene mucho que ver con una cita que siempre me ha cautivado, unas palabras atribuidas a Paulo Freire que procuro llevar ‘como cita de cabecera’: «la educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo». Como docente (y por supuesto como padre), me mueve la transformación social por la educación y en específico, como educador artístico, esa transformación social propiciada por la cultuar y educación estética y mediática. Hoy día, creo que estamos viviendo momentos convulsos a escala global. La cultura y las culturas deben posicionarse ideológicamente ante la realidad. Siempre ha sido así porque es inherente al devenir histórico, así como que sin ninguna duda también debe hacerse desde la esfera educativa. La educación nunca ha sido ni será un acto neutral y el mundo espera maestras y maestros apasionados que amen su trabajo –característica esencial del quehacer hacker- y como docentes tenemos que asumir la importancia del papel transformador de esta labor. Si no es de esta manera, cualquiera que quiera dedicarse a la educación tendría que optar por no ejercer esta necesaria tarea, tan bella y difícil.
Siendo para ti necesario estar permanentemente actualizado para tener un conocimiento fehaciente de estas temáticas, ¿consideras posible vislumbrar -o tener una noción más clara- de adónde ha de dirigirse la educación en esta era de la revolución digital a la que asistimos?
Un buen amigo mío y gran profesor, Juan José Muñoz, comentó una vez: la innovación educativa no vendrá de la mano de la innovación tecnológica, sino que dependerá del enfoque pedagógico. Creo que Juanjo tiene toda la razón. La tecnología per se no aporta la actualización o la innovación. Siempre será el potencial de un enfoque educativo el que permita generar nuevas respuestas a las viejas preguntas, así como tener la permanente actitud crítica, creativa y divergente para proponer nuevos interrogantes. En otras palabras, como las que recogía José Antonio Gabelas de Daniel Prieto: dime lo que haces con una pizarra y te diré lo que harás con una pantalla. La clave de estas palabras está en asumir que la revolución digital para con la educación no es revolución si no es educativa. Si se mantienen enfoques pedagógicos esclerotizados y ruinosos, da igual la tecnología que uses que por mucho que la educación esté revestida de ropajes digitales, a la postre seguirá siendo igual de contraproducente y enfermiza.
En cierta ocasión un profesor se preguntaba de manera retórica: «¿Qué sería de América Latina si no existieran los hackers?» Ellos son los que permiten que programas básicos, como el paquete Office se puedan adquirir sin licencia original, las cuales son excesivamente costosas. Se cuenta el caso de un concurso de arquitectura a nivel regional, donde en las bases se establecía que para poder participar los autores debían presentar su licencia original de AutoCad, y hubo quienes alquilaban el documento de la licencia por unas horas sólo para ir a registrarse en el concurso. ¿Crees que piratear puede tener el factor positivo de minimizar la brecha social, no sólo entre individuos, sino entre gobiernos con más o menos recursos para inversión tecnológica?
Hay que aclarar un asunto importante: un hacker no es un pirata. Se ha trasladado una concepción errónea de lo que es hackear. La idea de forzar una máquina, o un código en beneficio particular tiene otro nombre: crackear. La ética hacker no tiene nada que ver con el beneficio individual, sino con el colectivo. El glosario ‘Jargon File’, la biblia del argot hacker, promocionado desde la Universidad de Stanford, explica el concepto hacker como ese experto entusiasta de cualquier tipo, apasionado con lo que hace y que pone su conocimiento al servicio de la comunidad. Es decir, no estamos hablando sólo de hackers que tengan que ver con la computación. Pueden existir (y de hecho así existen) hackers no sólo en la informática, sino hackers médicos, hackers periodistas, hackers artistas, etc., y por supuesto, hackers docentes. Esta filosofía de trabajo tiene mucho que ver con los modos en los que funcionan las comunidades de Software Libre y, en relación con la tecnología específicamente, es precisamente el campo que hay que desarrollar desde ámbitos gubernamentales e institucionales en general para poder minimizar esa brecha social existente.
Fig.2. Carlos Escaño grabando una escena
Los temas que se abordan en tus filmes nos traen a la mente al colectivo de hackers Anonymous, que desde 2008 realiza en Internet acciones de pirateo y protesta en contra de sociedades de derechos de autor, consorcios, y diversas organizaciones. En un mundo donde todo parece girar alrededor de Internet, y nuestra conciencia está cada vez más adormecida ¿consideras que acciones como estas pueden suponer un revulsivo social?
Entiendo que Anonymous asume ese rol, un rol provocador. Pero la idea de Anonymous es mucho más compleja y no incardina su leitmotiv en ese papel, sino probablemente en una acción de cambio en aras de la libertad de expresión. Sin embargo, es cierto que la ciudadanía asume la existencia de esa provocación y sus acciones nos sirven a todos como llamada de atención sobre el control cognitivo y cultura que ejerce el paradigma socioeconómico y tecnológico impuesto desde las políticas de la globalización.
Sirve para que nos alertemos y reflexionemos sobre que, por ejemplo en el ámbito cultural, tenemos un imaginario colectivo gestionado (no voy a decir, secuestrado) por un puñado de grandes corporaciones. Así lo plantea, entre otros, Irvin Mandler, denunciando cómo Fox, Warner, Disney, Sony, Bertelsmann, Viacom y General Electric controlan el 70% de los medios de comunicación a escala mundial. Una situación bastante grave puesto que de ese imaginario dependen no sólo modas, sino afinidades, costumbres, afiliaciones e incluso podríamos decir también la decisión del voto en una democracia.
Y alertar, criticar o denunciar este tipo de circunstancias de control de las libertades es necesario, desde la educación y la cultura.
Un factor importante de tus estudios es relacionar la educación artística con la ética de los movimientos de software libre, que apuestan por la modificación y mejora del software para beneficio de la comunidad. ¿De qué modo relacionas estos conceptos con la educación?
En primer lugar, me gustaría aclarar una cuestión: aún existe la «leyenda» de que lo que define al software libre es su gratuidad. Y en realidad la esencia definitoria está en la libertad. Como se explica en la web de GNU (el sistema operativo patrocinado por la Free Software Foundation) de una manera jocosa: «you should think of “free” as in “free speech,” not as in “free beer”. Esto es esencial para comprender su desarrollo y necesidad. El software libre se caracteriza por ofrecer a los usuarios un conjunto de libertades: estudiar, ejecutar, copiar, distribuir, modificar y mejorar el software. Aquel software que no es libre se le denomina privativo o propietario.
Richard Stallman, como padre del movimiento software libre, vio necesario algo muy obvio: que el conocimiento informático debe ser compartido para que avance y se desarrolle. Es una lucha titánica que empezó en los años 80 como algo «testimonial» y que ahora es una gran máquina en proceso de continuo crecimiento.
El salto a la cultura y a los contextos educativos igualmente se puede leer como algo obvio, inevitable y añadiría, necesario. Así como el lenguaje informático es conocimiento y se sabe sometido a estrategias de privatización, las demás parcelas del conocimiento también están sujetas hoy día a procesos similares, existiendo parcelas privativas o propietarias que impiden un desarrollo óptimo. Se hace oportuno estrategias educativas que lo liberen. Interdependencia creativa, conocimiento compartido, inteligencia colectiva, apasionamiento y entusiasmo con la tarea educativa… Todas son actividades influidas por las dinámicas de trabajo y desarrollo del software libre y hacker. Algo que si miramos en las diferentes historias de la educación ya existía, pero que hoy cobra nuevas fuerzas debido a los espacios interconectados que vivimos dentro de los contextos digitalizados.
Entre las libertades del software libre descritas por Stallman en su libro «Software libre para una sociedad libre», figura la utilización del programa con cualquier propósito, de estudio y modificación, de distribución y de mejora, de modo que toda la comunidad se beneficie de esa derivación. La pregunta es ¿qué sucede cuando hay intenciones comerciales?
La libertad de ejecutar el programa como se desea, con cualquier propósito es la libertad 0 propuesta como condición para que un software libre sea catalogado como tal. No es incompatible generar beneficio económico con el uso del software libre. Existen programas informáticos libres que son modelos de negocio claros. Que el software se accesible y abierto no quiere decir que sea gratis[1].
Sabemos que el concepto de Cultura Libre incide en la apertura y disponibilidad, la facilidad de acceso técnico y legal para el estudio, modificación, derivación y reproducción de la obra con el fin de favorecer a la comunidad. ¿Adviertes alguna matización a esta definición?
Esa definición podría funcionar, no obstante, creo que hay que hacer una matización. La cultura libre no es un catálogo de obras etiquetadas como tal. En esencia, la cultura libre es una manera de entender la cultura, un enfoque. Para comprender esto mejor, se podría hacer un pequeño ejercicio de psicología inversa y partir de la siguiente reflexión ¿qué es la cultura no libre? ¿Cuándo se empezó a hablar de cultura no libre? A principios del siglo XVIII, con el Estatuto de la Reina Ana, se originó un marco legal que devino en la presente cultura del permiso (expresión utilizada por Lawrence Lessig, promotor de la fundación Creative Commons). Cultura del permiso que está auspiciada por el paradigma del copyright, un paradigma apoyado, entre otras instituciones y organismos, por aquellas corporaciones apuntadas por Irvin Mandler, que con el advenimiento disruptivo de Internet es evidente que necesita de una reflexión profunda en términos filosóficos y legales globales que realmente facilite nuevos cauces y modos de desarrollar la cultura adaptándose a las circunstancias actuales y respondiendo a la naturaleza procomún que implican los hechos culturales.
Gracias por compartir con nosotros tus experiencias y tus conocimientos. Muchos éxitos en tus próximas iniciativas y proyectos.
De nada, ha sido un placer. Gracias a vosotros.
Sevilla (España) – Santa Ana de los Ríos de Cuenca (Ecuador), Abril de 2016
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Notas:
[1] Apunto una referencia esclarecedora para entender con mayor profundidad este hecho: http://www.etnassoft.com/biblioteca/aspectos-economicos-y-modelos-de-negocio-del-software-libre/, un texto que nos detalla los aspectos económicos y modelos de negocio del Software Libre.