La incidencia de las nuevas tecnologías en la educación artística. Entrevista a Ricard Huerta

José Luis Crespo Fajardo

 Universidad de Cuenca (Ecuador)

Luisa Pillacela Chin

 Unidad Educativa Rotary Club (Ecuador)

Resumen:

En esta ocasión tenemos el privilegio de entrevistar a Ricard Huerta, profesor de la Universitat de València especializado en el área de Educación Artística. Doctor en Bellas Artes, es director de EARI Educación Artística Revista de Investigación, desde que la fundó en 2003, y ha coordinado con éxito eventos internacionales de calado global, tan importantes como los congresos internacionales Los Valores del Arte en la Educación (2000),  Museos y Educación Artística (2005), Arte, Maestros y Museos (2010), o el más reciente Congreso Internacional Educación Artística y Diversidad Sexual (2014). Sobre su producción investigadora, sus libros se han centrado de manera especial en el mundo de los museos, la tipografía y a la profesión docente, destacado obras como Funció Plàstica de les Lletres, Art i Educació, Museo Tipográfico Urbano, Maestros y Museos: Educar desde la invisibilidad, y La ciudad y sus docentes. Miradas desde el arte y la educación. Ricard Huerta ha sido durante los últimos tres años Director de l’Institut Universitari de Creativitat i Innovacions Educatives, de la Universitat de València, y actualmente es Presidente de AVALEM, la Asociación Valenciana de Educadores de Museos y Patrimonios.

Palabras clave: Arte, museos, nuevas tecnologías, educación artística, Ricard Huerta.

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Buenas tardes Ricard. Según tu experiencia, ¿qué consecuencias emergen tras la inclusión de las nuevas tecnologías en la educación?, ¿enriquecen efectivamente la docencia?, ¿favorecen un óptimo desarrollo de competencias en educación artística?

En primer lugar os agradeImagen_4_11_1zco mucho vuestro interés por mi trabajo, y desde luego la oportunidad de transmitir mis ideas a través de vuestra revista. Considero que las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) están impregnando no solamente el paisaje educativo, sino cualquier experiencia humana. A pesar de la impresionante presencia tecnológica en nuestra vida cotidiana, creo que en algún momento detectaremos y nos dejaremos llevar por lo que yo llamo el “hartazgo tecnológico”, es decir, llegará un día en el que estaremos tan saturados de tecnología que optaremos por desprendernos de ésta en muchas de las situaciones en las que habitamos forzosamente con ella. Mientras llega ese día, lo mejor que podemos hacer es utilizar la tecnología para aquello que realmente la necesitemos. En cualquier caso, conviene recordar la lección de Neil Postman, quien nos decía en su libro Tecnópoli: “Lo importante de la tecnología no es lo que sabemos de ela, sino o que ella sabe de nosotros”. También aprecio con mucho agrado las lecciones constantes de profesionales de nuestro ámbito que elaboran reflexiones muy adecuadas al respecto de la tecnología, como es el caso de Imanol Aguirre, de Carlos Escaño, o de David Buckingham.

A lo largo de mi trayectoria docente (desde hace 30 años) siempre he celebrado la inclusión de las tecnologías en nuestras tareas educativas. Debido a mi filiación hacia el audiovisual, habitualmente he introducido la tecnología de la imagen en clase. Mi alumnado siempre ha elaborado documentos audiovisuales, lo cual les ha permitido trabajar en equipo, al tiempo que conocían el discurso de las imágenes, algo realmente importante. Elaborar proyectos mediante la realización de videos es algo que introduje desde que empecé a trabajar como docente de educación artística. También muchos de mis trabajos de investigación se han acercado a dicha instancia, desde la reflexión y la producción. En la formación del profesorado resulta muy adecuado que el propio alumnado empiece a definir el mundo y sus intereses particulares mediante la tecnología audiovisual. Respecto a las tecnologías más recientes, debido a su implantación social y cultural, creo que desde la educación artística deberíamos estar muy atentos a lo que está ocurriendo en el mundo de los videojuegos o de las series de televisión. Ahora estoy impartiendo una asignatura que se titula “educación y TIC”. Le digo a mis estudiantes que para mí lo más importante no es la T de Tecnología (cualquier programa que explicas queda desfasado en pocos meses), ni tampoco la I de Información (que podríamos cambiar directamente por Internet). Para mí, lo verdaderamente importante es la C de Comunicación. ¿Para qué hacemos fotos?, ¿para qué las difundimos por Facebook? Si somos capaces de plantearnos estas cuestiones dese la educación artística, entonces estamos acercándonos más a los intereses de nuestro alumnado.

Respecto al desarrollo de competencias utilizando las TIC, es evidente que avanzamos en positivo si somos capaces de hablar de ello en clase y de reflexionar como investigadores sobre la cuestión. Las TIC favorecen habilidades tan importantes como la competencia comunicativa o la competencia para las relaciones sociales. Las TIC en sí mismo no son nada más que un proceso para llegar a lo que realmente nos interesa. Pero conviene estar preparado para saber comprender dicho proceso. Si yo puedo comunicarme con mi alumnado mediante las TIC (preparando clases y experiencias, elaborando materiales, transmitiendo información), entonces las TIC están a nuestro servicio. Pero no perdamos nunca de vista que las grandes multinacionales son las que generan mecanismos de poder que nos llegan a través de las TIC. Lo que es bueno para Google no tiene por qué ser lo mejor para mí. Conviene estar atentos a la presión económica, comercial, cultural y disciplinar que se desarrolla desde las grandes empresas a través de las TIC. En las tareas de análisis de estas cuestiones tan relevantes estoy muy atento a las reflexiones de Henry Giroux.

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Fotografía de Germán Navarro Espinach

De todos modos, los beneficios de la difusión a través de las redes han mejorado ostensiblemente el conocimiento de nuestro trabajo. Gracias a mi perfil en el repositorio www.academia.edu mis trabajos son ahora consultados por muchos públicos a los cuales nunca había tenido acceso. También yo puedo conocer de manera casi inmediata los que publican los colegas gracias a estos mecanismos de distribución académica online.

¿Hoy por hoy los educadores y las educadoras de enseñanzas artísticas tienen la obligación de formarse en nuevas tecnologías referentes a la imagen?

Quienes nos dedicamos a la Educación Artística siempre hemos sido muy conscientes del papel de la imagen en nuestro trabajo. Yo soy artista visual, y a lo largo de mi trayectoria como artista he realizado imágenes mediante muchas tecnologías diferentes: dibujo, grabado, pintura, fotografía, video. Me siento muy cercano tanto a las artografías defendidas por Rita Irwin, María Jesús Agra y Teresa Torres de Eça, así como a las teorías del artist-teacher que elaboró y difundió Parker. Me siento artista tanto cuando estoy frente a un proyecto de cara a una galería o museo, como cuando estoy delante de mi alumnado en clase. Trabajo por proyectos, y en las propuestas que elaboramos la producción de imágenes se convierte en algo fundamental. Hace treinta años ya animaba a mi alumnado a elaborar discursos visuales mediante la fotografía y el video. Actualmente sigue siendo así, la diferencia es que hemos pasado de una producción analógica a un lenguaje digital mucho más sofisticado. Creo que desde las Arts Based Research (tendencia muy difundida en nuestro entorno por Ricardo Marín) la tendencia está clara. Hace treinta años le pedía a mis alumnos que trajesen sus cámaras réflex para hacer fotos (muchos de estos alumnos no sabían qué significaba “cámara réflex”). Durante décadas hemos tenido que dejar prestadas al alumnado las cámaras de vídeo digitales de nuestro laboratorio para que hiciesen sus trabajos audiovisuales. Hoy en día cualquier alumno o alumna dispone con su móvil de una cámara fotográfica y de una cámara de video, con tecnología de última generación. También pueden montar de forma sencilla presentaciones en imágenes o películas con programas que bajan gratuitamente desde internet. El panorama ha evolucionado tanto y tan rápido que cada año tenemos que elaborar un discurso completamente nuevo para adaptarnos a las novedades. Además, pueden difundir sus trabajos por las redes en el mismo instante en que los tienen terminados. Durante muchos años tuvimos que soportar la tiranía de los cd y de los pendrive para poder recoger los trabajos del alumnado. Luego hemos optado por la nube, y nos han enviado sus documentos por Dropbox o por Wetransfer. En la actualidad me presentan sus trabajos a través de Youtube. Últimamente he estado trabajando con el alumnado el papel de Facebook, Instagram y Twitter en nuestras vidas. Hablamos de los entornos público y privado. Les insto a reflexionar sobre qué harán en el futuro (cuando trabajen como docentes) con su información personal y con la proyección social de dicha información. Es fascinante escuchar sus opiniones al respecto. Hemos de estar muy atentos.

Por otro lado, y sin dejar de ser muy crítico con el poder que ejercen sobre nosotros los sistemas mediáticos y las compañías multinacionales, debo expresar mi interés por utilizar los mecanismos de difusión que nos ofrecen las redes sociales. Creo que cualquier adolescente o joven está en contacto con el mundo a través de las redes, pero también las personas que ya tenemos una cierta edad. Cualquier documento de nuestro trabajo es tramitado actualmente por internet. Las aplicaciones telemáticas nos tienen prácticamente todo el tiempo bajo presión. Vivimos angustiados  puesto que nos dan prisa para presentar papeles, informes, solicitar ayudas, mantenernos en contacto. Esta asfixia digital tiene, por otro lado, sus ventajas. Hemos de saber encontrar los entresijos de los aspectos ventajosos que nos depara la tecnología. En mi caso, con mis perfiles de facebook difundo muchas actividades de las que realizamos en ámbitos como el laboral o el artístico. Germán Navarro Espinach y yo creamos hace un año Museari (www.museari.com), un museo que defiende la educación artística, la historia y los derechos humanos, haciendo un especial hincapié en las cuestiones de género y en la defensa de la diversidad sexual. Nuestro museo es virtual, y se difunde a través de una web, de Facebook y de twitter. Algo así hubiese resultado prácticamente impensable hace escasamente diez años.

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Fotografía de Germán Navarro Espinach

En tu reciente libro «La ciudad y sus docentes. Miradas desde el arte y la educación», aduces que no es posible esperar que surjan estudiantes sensibles, humanos y lúcidos si los docentes no están formados en el activismo cultural. ¿En qué modo la educación artística puede formar con inteligencia el comportamiento estético de la sociedad venidera? ¿En qué modo se puede instruir especialmente para la acción?

Sabes que en Europa estamos viviendo una situación de crisis. La crisis es un entorno propicio para que unos pocos acumulen mucha riqueza y el resto lo pasemos mal. La llamada “crisis económica” que padecemos desde 2008 se está transformando en algo mucho peor, que es la crisis de valores, o incluso lo que yo denomino una “crisis mental”. Se trata de una situación complicada, ya que en nuestro país tenemos a la juventud mejor preparada de la historia reciente, y sin embargo esta juventud, estas generaciones más jóvenes, no encuentran trabajo al terminar sus estudios, lo cual provoca un verdadero exilio laboral que se traduce en una fuga de cerebros y una progresiva caída de las ideas y de la innovación, ya que nos vamos a envejecer rápidamente como sociedad, lo cual es más grave aún. Ante la gravedad de la situación, lo que no podemos permitirnos es permanecer callados. Es por ello que mi investigación sobre La ciudad y sus docentes se convierte en un elemento de provocación para todo el colectivo de quienes nos dedicamos a la educación. El profesorado somos tanto quienes trabajamos en universidad como quienes hacen su labor en escuelas o institutos de secundaria, pero también quienes ejercen su docencia en academias privadas, o quienes se dedican a educar en los museos y en entornos patrimoniales.

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En La ciudad y sus docentes intento averiguar si realmente existe una mirada particular del colectivo docente hacia la ciudad. Me interesa especialmente la ciudad porque el entorno urbano es el lugar más dinámico, es en las ciudades donde ocurren las cosas importantes. Aquello que acaba definiendo mayormente las cuestiones referidas a comunicación y desarrollo en nuestra evolución tanto cultural como política se da en la ciudad. He utilizado información recogida en diferentes países (Argentina, Uruguay, Chile, Perú, Colombia, Cuba, España) para definir hasta qué punto el profesorado mantiene una relación implicada con la ciudad en la que viven y trabajan. Descubro a través de sus textos y de sus imágenes que, efectivamente, existe una mirada propia del colectivo docente hacia el entorno urbano. También planteo al profesorado si se siente partícipe de una realidad compartida, si son conscientes de su poder en tanto que colectivo, si están dispuestos a defender sus derechos y a luchar por mejorar sus condiciones desde plataformas grupales. Detecto que el profesorado es consciente de la necesidad de elaborar hojas de ruta que nos impliquen a todos y a todas, pero que realmente todavía queda mucho camino por recorrer al respecto.

Creo que estaría bien que uniésemos esfuerzos. Creo que sería bueno para todos que lográsemos mejores condiciones. Creo que es fundamental que nos visibilicemos como colectivo docente. Me interesa mucho más lo que opina una maestra que vive en la zona cafetera de Colombia, inmersa en un conflicto constante y agresivo, del mismo modo que me resulta mucho más atractivo lo que pueda pensar un maestro que padece la homofobia en su país, todo eso me interesa más que saber si el cantante famoso o a la actriz de moda han roto con sus respectivas parejas, o se han sometido a una intervención de lifting. Creo que los medios de comunicación han invisibilizado sistemáticamente al colectivo docente, por eso lucho para que desde el propio colectivo luchemos por nuestra visibilidad.

La situación de la educación artística en España es gravísima. Si se lleva adelante la reciente ley de educación que ha puesto en marcha el partido conservador (sin la participación ni la aprobación por parte de ningún otro agente educativo), la educación de las artes desaparecerá prácticamente de la etapa de secundaria. Ante tal despropósito hemos puesto en marcha, en la Universitat de Valencia, y en colaboración con doce institutos de secundaria valencianos, un proyecto para reactivar las artes en esta etapa educativa. Lo hemos titulado “Second Round: Art i Lluita als Instituts de Secundària Valencians”. Se están realizando doce exposiciones en las que cada centro nos muestra su potencial (trabajos del alumnado, del profesorado, históricos), y está prevista una exposición retrospectiva en el Centro Cultural La Nau para el próximo mes de noviembre. Estas acciones están motivando mucho al colectivo del profesorado de artes, hasta el extremos de haberse creado la AVPD Asociación Valenciana de Profesorado de Dibujo, una iniciativa que surgió precisamente del Second Round. También estamos implicando al alumnado de máster y doctorado para elaborar investigaciones sobre esta nueva modalidad de acciones reivindicativas.

Yo soy una persona muy entusiasta, y confío plenamente en el alumnado y en el profesorado con el que trabajo. Creo que es importante que nos visibilicemos. Sobre todo si tenemos en cuenta que somos profesionales de la  imagen. Para ser de artes, se nos ve poco.

¿Crees que las aplicaciones para generar exposiciones virtuales o aquellas que recrean paseos por museos célebres, como por ejemplo Google Art Project, consiguen tener una recepción apropiada? ¿Verdaderamente logran acercar el arte a las personas?

Que conste que desde hace quince años, y durante quince ediciones consecutivas, soy codirector junto al profesor Román de la Calle del “Diploma de Posgrado Educación Artística y Gestión de Museos”. Lo digo porque puede que algunas de las cosas que voy a exponer seguidamente deberían entenderse dentro de este marco de acción. En principio, el poder de los museos es inmenso. Los museos son una parte fundamental del patrimonio. En Europa tenemos museos impresionantes, y una actividad ingente en la que nos hallamos inmersos. En Valencia disponemos de joyas tan emblemáticas como el Museo de Bellas Artes, el Museo Nacional de Cerámica “González Martí”, el IVAM, el MuVIM, el Museo Fallero, y colecciones de prestigio a nivel internacional. Pero creo que el papel de los museos debe entenderse como una parte más de la impresionante riqueza artística y patrimonial que, ni está en los museos, ni tampoco aspira a ser clasificada. Considero que existe también un quehacer artístico que va más allá de lo que los museos pueden ofrecer. Ahora mismo, en la Ciudad de Valencia, existen tantísimas opciones creativas en las calles de la ciudad (Intramurs, Cabanyal Portes Obertes, Russafart, Ciutat Vella), que me atrevería a decir que en el entorno urbano se está generando tanta actividad artística como en los museos y galerías de arte. El arte comunitario se ha empoderado, y se ha apoderado del espacio público. Todo esto lo digo porque tan importante es que dispongamos en internet de los fondos museísticos con la alta definición que permiten las tecnologías, como relevante es todo aquello que está pasando en la calle y en los entornos donde es la ciudadanía quien está generando acciones artísticas.

Las imágenes son ahora más globales e influyentes que nunca al propagarse ampliamente por Intenet. ¿Es posible que realmente influyan en la construcción de la identidad de las personas, que absorben el imaginario que fluye viralizado en redes sociales y otras webs? ¿En qué medida la iconografía de Internet está educando estéticamente a las actuales generaciones?

Me llama la atención que se prohíba el uso de dispositivos móviles en los centros educativos. El alumnado de primaria y secundaria está elaborando un discurso en imágenes que fluye al margen de la realidad escolar. Para este alumnado el aula es el lugar más alejado de su realidad. La gente joven hace miles de fotos al mes, las distribuye por las redes, las difunde entre la gente que realmente le importa. Pero el profesorado no hace caso de esta realidad acuciante. Y mientras tanto, el entorno escolar continúa dividiendo en materias abstractas los saberes y fraccionando en áreas de conocimiento aquello que hace tiempo dejó de interesar al alumnado. Ni el profesorado ni tampoco el alumnado se sienten a gusto en esta situación. Y sin embargo la mantenemos. Hace falta dar un vuelco drástico a esta situación que parece sacada del ideario surrealista.

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Hasta hace bien poco eran los medios de comunicación tradicionales los únicos que nos enviaban de forma masiva imágenes y textos, ideas e ideología. Actualmente las redes sociales nos permiten conocer las realidades de nuestras “amistades” de manera inmediata. Hace unas décadas yo leía el periódico en papel, y creía estar informado. No me daba cuenta de que nunca me legaba la información de la gente que realmente me importaba. Ahora dedico más tiempo a saber qué le ocurre a la gente que me importa, y las noticias de la prensa o la televisión han tomado un papel secundario en mis incursiones informativas.

Quiero recalcar esto que acabo de decir, porque si bien las películas, los noticiarios, las series, los documentales y toda la parafernalia informativa de los medios tradicionales sigue estando presente, ahora me resulta mucho más provocador e interesante lo que me pueda contar por la red una persona conocida que está en una zona de conflicto. Lo que me llega mediado por las personas que conozco ha adquirido un peso fundamental en mi imaginario. Que un periódico convencional y tradicional me cuente o me explique que hay que salvar a los grandes bancos ya me resulta casi patético. Que los recortes en sanidad y educación están afectando a muchas personas en mi país es algo mucho más relevante que los índices de la bolsa. El periodismo tradicional ha sucumbido a las tramas de corrupción del mismo modo que lo han hecho los partidos políticos tradicionales y las organizaciones empresariales más poderosas. Por tanto, mi papel es educar a la ciudadanía en la lectura crítica de las imágenes. Un anuncio de bebidas refrescantes puede encubrir un panfleto insolidario, y yo tengo la obligación de abrir los ojos a mi alumnado en relación con estos abusos. Los mecanismos de la publicidad son sinuosos y esquivos, por ello se debe estar muy atento a cómo evolucionan las prioridades del neoliberalismo en materia de imágenes, de redes y de información digital.

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Ricard Huerta junto a la instalación de Luis Camnitzer en la Facultad de Educación de la Universitat de Lleida (España)

En realidad, hilando con la pregunta anterior, hay que reconocer que Internet ha favorecido la democratización de imágenes y los contenidos creativos, ya que de acuerdo al sistema tradicional la información estaba gobernada por poderosos medios de comunicación, pero ahora cualquiera puede subir material a Internet y lograr una difusión muy amplia. ¿Crees que este aliciente determinará la dirección del arte y la educación en el futuro?

Creer que por el hecho de estar en internet ya vas a ser visitado por millones de personas es una falacia. Los públicos masivos en internet están allá donde deciden las grandes multinacionales que estén. ¿No te llama la atención que la mayoría de videos virales sean de gatitos? ¿Existe ideología en un video de gatitos? Pues sí, existe. Es la ideología basada en el desvío de la atención. Lo que realmente importa, no suele ser viral. La publicidad ha inundado las redes, y la publicidad de las marcas multinacionales está en los videos virales. Las redes sociales han abierto numerosas posibilidades a la acción cívica y a las acciones de colectivos. Pero cuando te sumerges en el mecanismo que dicta una red social potente, entonces estás dentro del panorama global, y por tanto, inmerso en las decisiones de las grandes multinacionales. Un ejemplo de ello es el ascenso fulminante de un partido como “Ciudadanos” en España. Hace pocos meses nadie les conocía. Ahora todo el mundo piensa en “Ciudadanos” como el partido que llevará las riendas de las políticas neoliberales en nuestro país. ¿Quién está detrás de esta irrupción brutal de este partido de derechas? Por supuesto, los poderes fácticos, y las grandes multinacionales. Me repatea que cuando abro Windows me aparezcan las caras de los líderes políticos a quienes no sigo, o incluso de aquellos que me repugnan. Es acoso cibernético lo que estamos padeciendo. Se ha querido escenificar un enfrentamiento entre “Podemos” (un movimiento que nació de los “Indignados” y que se ha convertido en fuerza política decisiva) y otras fuerzas políticas emergentes. Pero todo este teatro mediático no deja de ser una pantomima en la que finalmente siempre salen ganando los bancos y las multinacionales, es decir, salimos perdiendo las clases trabajadoras. Educar al profesorado significa llenar de razones a quienes tradicionalmente no han tenido voz. Las imágenes que generan el profesorado y el alumnado se convierten en representaciones visuales de sus intereses y de sus realidades. Creo que la gente tiene derecho a expresarse y a opinar, a defender sus derechos y a comunicar sus ilusiones.

Muchas gracias por la amabilidad de compartir con nostros este tiempo de entrevista. Te deseamos lo mejor para los proyectos e iniciativas venideras.

Gracias a vosotros, por dar voz al profesorado y por defender la educación artística. Mucha suerte.

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Para saber más:

Huerta, Ricard: Maestros y Museos: Educar desde la invisibilidad. Valencia, PUV, 2010 (214 págs.).

Huerta, Ricard: La ciudad y sus docentes. Miradas desde el arte y la educación, Barcelona, Editorial UOC, 2015 (213 págs.).

Huerta, Ricard y Alonso-Sanz, Amparo: Educación Artística y Diversidad Sexual. Valencia, PUV, 2015 (189 págs.).

Huerta, Ricard y Calle, Román de la: Patrimonios migrantes. Valencia, PUV, 2013 (197 págs.).